Enero es, y siempre fue, mes extremadamente lluvioso en el estado de Río de Janeiro; el estado se encuentra en plena región tropical, con multitud de valles entre montañas en los que las nubes se detienen indefinidamente: en Río de Janeiro es normal que llueva, y mucho. Lo que no es normal, o por lo menos no lo era hasta los últimos años, es que en poco más de 1 año la región haya sido escenario de 3 tragedias vinculadas a lluvias que en un solo día superaron lo previsto para todo un mes.
Brasil y el cambio climático
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Cada una de las tragedias fue creciente en magnitud y en número de víctimas: primero fue la tragedia de Angra dos Reis y de Ilha Grande el primer día del año 2010, cuando murieron más de 50 personas tras varios aludes; en abril del mismo año, en plena ciudad de Río de Janeiro y en la vecina Niteroi, la lluvia desmedida arrastró casas de favelas superpobladas y dejó un saldo de muertos aún mayor: fueron más de 250 entre Río y Niteroi. La peor de las tragedias naturales que Brasil sufrió en toda su historia ocurrió la semana pasada: en 3 ciudades de la región serrana de Río de Janeiro, deslizamientos de tierra, aludes de agua y barro e inundaciones producidas por ríos que crecieron decenas de metros en pocas horas, hicieron que la magnitud del desastre y el número de víctimas fuera enorme: más de 740 muertos en cifras aún preliminares.
Casas a orillas de ríos crecidos cerca de Río de Janeiro
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A estas 3 tragedias recientes causadas por el clima en Río de Janeiro, se debe agregar en los últimos años, las fatales inundaciones del estado de Santa Catarina en 2008, que dejaron 135 muertos y miles de damnificados. Y durante el 2010, las lluvias que casaron más de 50 víctimas fatales en estados del nordeste, particularmente en Alagoas.
Cocoteros caidos por el crecimiento de las mareas
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El cambio climático afecta al mundo, pero las consecuencias de estos cambios son particularmente peligrosas en Brasil: teniendo en cuenta la enorme dimensión del país, la variabilidad de su clima según las regiones y la densidad de población en zonas de riesgo, Brasil se convierte en uno de los países del mundo más susceptibles a tragedias vinculadas al clima extremo que el mundo está experimentando en los últimos años.
Inundación en San Pablo
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Los cambios en el clima de Brasil se manifiestan principalmente en veranos más lluviosos en las regiones tropicales o subtropicales, y en el crecimiento gradual de las mareas, que está reduciendo a algunas playas del nordeste a mínimas franjas de arena con cocoteros derrumbados. Las lluvias muchas veces son extremas, y cada vez más frecuentemente están causando inundaciones, deslizamientos de tierra y aludes como los que la semana pasada produjeron la tragedia en la región serrana de Río de Janeiro.
Deslizamientos de tierra en favela
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Cuando uno transita las rutas brasileñas, y sobre todo los alrededores de Río de Janeiro, ve como algo demasiado normal las edificaciones al borde de ríos caudalosos y al pie de morros empinados y de corteza débil; como ha dicho la presidenta Dilma Rousseff por estos días, en Brasil la ocupación irregular del suelo es norma y no excepción; en Brasil, buena parte de la población vive (a pesar del crecimiento económico de la última década) pensando en el día a día, y la gran mayoría de los que plantaron sus casas en zonas de riesgo no podían darse el lujo de pensar en riesgos futuros, ni tenían la información necesaria para entender que lo que estaban haciendo era prácticamente un suicidio planificado con bomba de tiempo.
Destrucción luego de las inundaciones en Alagoas
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Es difícil, para quien no sabe que es lo que va a comer el día de mañana, detenerse a pensar en lo que podría eventualmente suceder con su humilde casa a orillas del río, o en la superpoblada ladera de un morro carioca, dentro de algunos años. No hay manera que podamos imputar esa culpa a individuos desinformados luego de décadas de falta de educación y de economías que ubicaron a Brasil como uno de los países más desiguales y socialmente injustos del mundo. Esa culpa en todo caso se la podemos echar a las autoridades brasileñas que configuraron o permitieron, un típico Brasil urbano con casas precarias, llenas de individuos sin futuro, y salpicadas sobre los lugares mas inverosímiles de un terreno tan irregular, tan bello y tan traicionero.
Inundaciones en Joinville, Santa Catarina
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Pero hay otro partícipe necesario en estas tragedias y no tiene nada que ver con Brasil. Muchas veces quienes ostentan el poder mundial y están en condiciones de cambiar escenarios ambientales trágicos a futuro se someten también a una visión de corto plazo y privilegian tasas de crecimiento económico en lugar de ahorrarles a las generaciones venideras catástrofes anunciadas. Muchas veces han optado por mantener a los votantes en calma, en lugar de establecer las políticas necesarias que hubieran permitido reducir la emisión de gases contaminantes hacia la atmósfera y evitar o amortiguar los cambios drásticos en el clima planetario que derivaron en este y otros desastres recientes.
Ha habido ejemplos opuestos en este sentido: mientras el ex-vicepresidente de los Estados Unidos Al Gore le mostró al mundo en libros y documentales una verdad que nadie quería ver sobre el clima global y las consecuencias de décadas de agresión al medio ambiente; George W. Bush (que le arrebató al bueno de Al en el año 2000 la presidencia del país más contaminador del medio ambiente global gracias al voto de sus amigos de la corte suprema) en cambio se negó sistemáticamente a firmar el protocolo de Kioto por cuestiones económicas. El protocolo de Kioto, implicaba (e implica ya que se mantiene sin EE.UU) la reducción de las emisiones de gases a la atmósfera con el objetivo de corregir a futuro el calentamiento global.
El efecto invernadero y el calentamiento global que están cambiando el clima de la tierra y han causado la tremenda tragedia de estos días en la región serrana de Río de Janeiro, son consecuencia de terribles errores ecológicos del pasado y de la visión mezquina de gente que no puede excusarse en la falta de información y en la ignorancia para equivocarse en sus decisiones. Esta gente hiper informada y con postgrados en Harvard eligió deliberadamente privilegiar tasas de crecimiento económico a cambio de catástrofes ecológicas futuras: ya sabían hace por lo menos diez años de los efectos del calentamiento global, eran conscientes de que había que cambiar lo antes posible sino las consecuencias serían fatales. La temible realidad es que no hicieron nada y hoy el daño está hecho: aún sí se dejará de un día para el otro de contaminar el medio ambiente, si a partir de mañana no lanzáramos ni el más mínimo gas contaminante al cielo de este planeta, los efectos que estamos viendo en el clima mundial se seguirían produciendo por lo menos por un par de décadas más.
Si el clima cambia por décadas de desidia mundial en temas básicos de cuidado del medio ambiente, lo que completa el escenario trágico en Brasil, es la ocupación irregular del suelo causada por décadas de políticas que crearon pobreza educacional y desigualdad social obscena: estos han sido los ingredientes principales del cóctel mortal que durante la madrugada del día 12 mató (con cifras actuales y provisorias) a más de 740 personas en Teresópolis, Nova Friburgo y Petrópolis, a sólo 60 kilómetros de las hiperfamosas playas cariocas.
Lamentablemente, las nubes negras sobre Río de Janeiro seguirán siendo una amenaza y germen de previsibles tragedias durante los próximos años, pero las autoridades brasileñas deberán actuar ya si quieren minimizar las consecuencias de lo que es naturalmente inevitable. Teniendo en cuenta que se trata de una de las de las zonas más densamente (e irregularmente) pobladas del planeta; la tarea será enorme, y es hora de que Brasil y sus gobernantes inviertan de una vez parte de la bonanza económica de los últimos años en proteger a sus habitantes.
Ciudades del estado de Río de Janeiro afectadas:
Ver mapa satelital de Teresópolis
Ver mapa satelital de Nova Friburgo
Ver mapa satelital de Petrópolis
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comentarios
cometi el error recién veo mi primer pregunta que digo 23 de octubre cuando es 23 de marzo. Perdon Gracias. Disculpas
Mi pregunta es como es el clima en marzo que es la fecha que vamos a viajar el dia 23 y esperamos poder tener días de playa y sol y que en lo posible si no es época de lluvia
Muchas gracias, espero respuesta
hola necesitaria saber en general como es el clima en Torres, pensamos ir para el 23 de octubre y quiseramos saber si son epocas de lluvia y temperaturas como para pasar dias de mar y playa. Gracias
Hola Negly,
Siempre es difícil de prever el clima, porque está muy cambiante ultimamente, viajando a fines de octubre a Torres, seguramente pueden tener días de playa, pero también puede ser que esté algo fresco, sobre todo al atardecer o en días nublados, con respecto a las posibilidades de lluvia, en octubre debería haber menos probabilidades de lluvia que en verano, en general en el sur de Brasil, el periodo de más probabilidad de lluvias es entre enero y febrero.
Saludos
Wao.. enserio me encanto este trabajo .. esta muy bien estructurado y me sirvio de mucho! FELICITACIONES! :P
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